Por Parroquia Espíritu Santo
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2 de diciembre de 2025
La Inmaculada Concepción Nueve meses antes de la fiesta de la Natividad de María (8 de septiembre), la Iglesia celebra la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María . Esta fiesta fue establecida en 1476 por el Papa Sixto IV; Clemente XI la hizo universal en 1708. Recogiendo la doctrina expresada a lo largo de los siglos por los Padres y los Doctores de la Iglesia, por los concilios y los Papas que lo precedieron, Pío IX proclamó solemnemente en 1854 el dogma de la Inmaculada Concepción de María: “Declaramos, afirmamos y definimos verdad revelada por Dios la doctrina que sostiene que la santísima Virgen María fue preservada, por especial gracia y privilegio de Dios omnipotente, en previsión de los méritos de Jesucristo Salvador del género humano, inmune de toda mancha de pecado original desde el primer instante de su concepción” . (Bula Ineffabilis Deus , 1854). Es decir, que en el siglo XIX la Iglesia formuló como dogma algo que ya era creído y profesado desde el principio: que la Virgen María fue preservada del pecado original en virtud de su vocación de Madre del Hijo de Dios encarnado. En la parroquia este será el horario de misas . Patrona de España La Virgen María, en su advocación de "la Inmaculada Concepción", es patrona de España y lo es también de diversos cuerpos militares, como la Infantería española, el Cuerpo eclesiástico del Ejército y el Estado Mayor, el Cuerpo Jurídico, y la Farmacia militar. La razón es que la celebración del misterio de la Inmaculada fue promovida por el pueblo español (sobre todo las Universidades de Salamanca -fundada en 1218- y Alcalá -en 1499-). En España, desde el siglo VII, especialmente gracias a san Ildefonso, arzobispo de Toledo, ya se celebraba en la liturgia la fiesta de la Concepción Inmaculada. En la Guerra de los Ochenta Años (1568-1648), los Tercios españoles bloqueados por los holandeses en la isla de Bommel, asediados por el hambre y el frío, se vieron liberados por el hallazgo milagroso de una tablilla de la Inmaculada, de hermosos colores, cuando cavaban una trinchera el 7 de diciembre de 1585. Fue este milagro el que vinculó ya inseparablemente el misterio de la Inmaculada Concepción con España. En 1476, con el Papa Sixto IV, se celebraba localmente la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, que se hizo oficial para toda la Iglesia en 1708, con el Papa Clemente XI. Pero es desde 1644 que se celebra a la Inmaculada como Fiesta Nacional de España. En 1760, con la bula Quantum Ornamenti del Papa Clemente XIII, la Inmaculada es nombrada oficialmente Patrona de nuestra nación. El misterio de la Inmaculada Desde el Evangelio de san Lucas («Llena de Gracia», «todas las generaciones me llamarán bienaventurada») hasta el Apocalipsis (« Una mujer vestida del sol, la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza»), e incluso remontándose al proto evangelio del Génesis («Ella te aplastará la cabeza»), podemos encontrar alusiones a este dogma que la Iglesia formalizará mucho más tarde pero que era creído desde siempre. En la enseñanza apostólica reflejada en los Santos Padres de la Iglesia (San Ireneo, san Anselmo, san Hipólito mártir, san Efrén de Siria, san Ambrosio, san Jerónimo y san Agustín) se habla explícitamente de este María preservada del pecado. Y en la Edad Media, tanto en Oriente como en Occidente, aparecen escritos y testimonios de cómo es creída y defendida esta verdad, y son muchas las argumentaciones y discusiones escolásticas en torno al tema. El mismo Concilio de Trento dirá, literalmente que, "al hablar del pecado original, no intenta incluir en él a la Virgen María." Cuando, el 8 de diciembre de 1854, el Papa Beato Pío IX proclama, mediante la Bula Inefabilis Deus , «que la Divina Madre de Nuestro Señor, por singular gracia y privilegio de Dios Omnipotente, fue preservada inmune de toda mancha de culpa original», se da inicio en nuestra patria a los trámites para dar un refrendo oficial al patronazgo que la Virgen Inmaculada, desde siglos atrás, venía ejerciendo sobre nuestros infantes.